De las consecuencias...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


La terrible cauda de devastación, de muerte, de desolación, de hambre, de miedo, de terror, de insalubridad, de enfermedad, entre otros, que dejaron la tormenta Manuel y el huracán Ingrid en una gran parte del territorio de la república, especialmente en el estado de Guerrero y también en el municipio de Acapulco, ha provocado reacciones múltiples dependiendo de la óptica en que se pueden ver.

En efecto, los “próceres” encargados y responsabilizados de la seguridad, de la vida, de la salud de los gobernados, habiendo consecuencias tan desastrosas por la acción de estos meteoros, pretenden eludir responsabilidades adjudicando a la madre naturaleza las consecuencias de tales desastres, ya sea aduciendo que llovió en exceso, que no se esperaba algo tan desmesurado, o que el tiempo está loco o desquiciado, en virtud de lo cual el titular del Ejecutivo federal, asistiendo en varias ocasiones a los lugares impactados, ha brindado los apoyos humanos, financieros y materiales para atender a los cientos de damnificados, y así mismo ha solicitado a los titulares de los restantes órdenes de gobierno que busquen y castiguen a los responsables de la deficiencias, ineficacias, corruptelas y encubrimientos de quienes son los verdaderos responsables de estas consecuencias tan dramáticas, la mayor parte de las cuales ha recaído en nuestras clases mas vulnerables por la situación de pobreza y de miseria en que sobreviven.. Y ahora, por la solicitud presidencial, en los tres órdenes de gobierno se ha desplegado una sarta inmensa de justificaciones pretendiendo explicar que cada quien realizó, en tiempo y forma, los trabajos que les correspondían de prevención y de acción adecuados a la normatividad del caso.

De tiempo atrás, gente especializada de alto nivel cognoscitivo ha advertido del grave peligro que implica la deforestación de nuestros bosques y selvas, por lo que las lluvias arrasan con todo, pues los árboles ya no pueden detener la tierra y el agua deslava los cerros, cubre con lodo superficies enteras incluyendo poblaciones y comunidades; a eso hay que agregarle las irregularidades que se deducen en razón del cambio de uso del suelo y expedición de licencias de construcción otorgadas por autoridades municipales, en el caso de Acapulco, en terrenos conocidos desde siempre como humedales y pantanos, con cauces naturales para el desahogo de avenidas pluviales , los cuales fueron obstruidos o desaparecidos por las compañías constructoras encargadas de edificar cientos de casas en esos terrenos, entre otras causas..

Como consecuencia de ello han surgido las lacras de siempre, los hambreadores aumentando en cifras estratosféricas el costo de los productos básicos, el hurto, la rapiña, el ventajismo, el oportunismo y , una vez mas, la corrupción, pero por fortuna no todo está perdido. Aunado a la participación de las fuerzas armadas y policías en todas partes afectadas del país y en especial del D.F. la sociedad civil, nuestros solidarios compatriotas han enviado brigadas de rescatistas, y sobre todo, despensas con los elementos menester para paliar en lo posible las necesidades mas ingentes de nuestros damnificados. Un perenne reconocimiento a todos ellos.

Sin embargo hay que reconocer, muy cumplidamente, a la insigne y benemérita Cruz Roja, la cual en la ciudad de México, atendida por cientos de voluntarios está enviando miles de despensas a los damnificados, y en Acapulco, en el CIA, que prestó sus espacios cubiertos como bodegas, se están recibiendo los trailers y demás vehículos cargados de ayuda en especie, y todo un gran grupo de voluntarios de la benemérita institución local se está encargando de descargar lo traído a granel, preparar las despensas individuales, y cargar los vehículos (incluidos los helicópteros), encargados de su distribución y entrega, casa por casa en donde se puede llegar, sin omitir la estupenda labor de las Damas Voluntarias. Ya los medios han informado de las acciones realizadas por esta noble institución, habida cuenta de que se está actuando con transparencia, con efectividad, con oportunidad, con eficiencia y con eficacia y sobre todo con una acrisolada honradez que le impone su Consejera Nacional y Delegada Estatal en Guerrero quien no puede ser otra que aquella persona que desde niña ha mostrado su gran sensibilidad en la ayuda al prójimo, su extraordinario sentido de la generosidad y su formidable solidaridad social, la Sra. Susanna Palazuelos. ¡Enhorabuena! O usted, solidario lector, ¿qué opina?