De las fallas...

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Por Rodrigo Juárez Ortiz


“Nadie es perfecto”, reza el dicho popular. Todos tenemos limitaciones en algunas de nuestras actividades o en todas, según sean éstas y el correspondiente grado de dificultad que implique su realización.

De esta suerte, la idea es que cada quien tiene la obligación de hacer lo mejor que pueda, la actividad principal que le ocupe y le preocupe, como dicen los clásicos.

De ahí el dicho de “zapatero a tus zapatos” que el imaginario colectivo ha acuñado para recalcar la imperiosa e ineludible obligación de darle especificidad a los menesteres que ocupan nuestro centro de atención, así como de evitar el dedicarse o intentar realizar acciones que están muy lejos de nuestras capacidades, y ello para evitar fracasos, frustraciones y sentimientos de inseguridad, de incompetencia o de inutilidad total, así como reclamos y exigencias de aquellos que confiaron en las supuestas capacidades de quienes se ostentaron como expertos o profesionales de cada área de sus pretensiones.

Esto se aplica a la gran mayoría de quienes habitamos en este entorno, salvo el caso de las excepciones de siempre. Así, nuestro medio se desenvuelve en la mediocridad, en la suplantación, en la mentira, en la trampa, en la desfachatez, en el cinismo, en el abuso, en la corrupción y en la impunidad subsecuente, sin perjuicio de los resultados fallidos, de los fracasos rotundos o en la exhibición de la escasa o nula capacidad para el desempeño de actividades a las cuales se comprometió la gente.

Admitiendo, desde luego, los éxitos, los logros, los adelantos en algunos emprendedores quienes dentro del campo del esfuerzo y de la dedicación, han logrado frutos excepcionales que bien merecen disfrutar a plenitud.

Esto surge a la palestra cuando se siente uno rodeado de situaciones inverosímiles, absurdas, algunas antes nunca vistas, tal es el caso de la pobreza extrema, el hambre, la desnutrición crónica, el analfabetismo, la ignorancia, la violencia intrafamiliar, el desempleo, la falta de oportunidades, la delincuencia galopante, organizada o no, (enunciativa, que no limitativamente) que azota a las grandes masas de personas vulnerables de nuestra nación, en nuestro estado y en nuestro municipio.

Innegable resulta el esfuerzo y las acciones que los tres órdenes de gobierno realizan al respecto, pero ¿Es suficiente lo hecho?, ¿Resuelven los problemas señalados?, ¿Se ha progresado realmente en esas asignaturas? ¿Se han parado o cuando menos han menguado los asaltos y robos con violencia, de autos y motocicletas? ¿Se han depurado los organismos de procuración y administración de justicia? ¿Se ha hecho lo propio en las policías y agentes del orden? ¿Se ha propiciado la creación de nuevos empleos con resultados positivos? ¿Se han iniciado siquiera, ya no adelantado en campañas permanentes en contra de la corrupción y sustancialmente las carencias apuntadas? ¿Se han mitigado o eliminado los agobios colectivos que estas deficiencias propician? No. La respuesta es un rotundo no. Las consecuencias, entre otras, son la irrupción de un grupo armado autodenominado Fuerzas Armadas Revolucionarias- Liberación del Pueblo (FAR-LP).

Al respecto los medios nos atosigan con la imagen de nuestros “próceres” cortando listones inaugurales de obras o eventos, con una muchedumbre de fondo; en juntas de trabajo para escuchar los planteamientos de filas interminables de peticionarios de bienes y servicios y algunos con exigencias y violencia, tales como en el caso de los ayotzinapos o “maistros” de la CNTE con quienes , ellos sí, hay que privilegiar el diálogo, por “cinco poderosas razones”, sin perjuicio de las declaraciones que se repiten ad nauseam de que “se llegará hasta las últimas consecuencias”, “nadie está por encima de la ley”, ”no hay fondos suficientes en las arcas” “pediremos el apoyo de la federación”,  “estamos enterados, ya tomamos cartas en el asunto”, “lo vamos a resolver”, etc. Y en el ámbito federal las reformas estructurales que realmente necesita el país, urgentemente, así como están planteadas y seguramente aprobadas a quema ropa en los próximos días,¿ van a resolver de fondo lo que se necesita para beneficiar al pueblo de México o solo serán (como siempre), para satisfacer intereses privados de grupos nacionales y extranjeros .No hay orden. Cada quien se maneja acorde a sus intereses personales o de grupo, sin importar el interés colectivo. O usted, responsable y agobiado lector ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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