De la participación...

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Por Rodrigo Juárez Ortiz


Dentro del corte arbitrario del tiempo que hemos hecho los humanos al fragmentarlo en años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos, acorde con nuestra cultura occidental, estamos estrenando, iniciando un nuevo año y en virtud de lo cual nos hemos pulido en llenarnos de deseos, propósitos, metas y múltiples objetivos por alcanzar, todo ello implicando factores considerados como prioritarios tales como la salud, el dinero, el amor, y toda una gama infinita de satisfactores para nuestra vida biológica, sin desdeñar otras no menos importantes como la cultura, la espiritualidad, la nobleza, la conciencia social, la generosidad, el perdón, la verdad, la honradez, la verticalidad, la hombría de bien, y una serie de valores considerados en nuestra escala axiológica como irrenunciables y prioritarios.

De esta guisa se dice que debemos atender a la solución de nuestras carencias, tanto en lo individual como en lo colectivo y si bien es cierto a nivel universal estamos requiriendo soluciones de fondo al problema de la subsistencia de los seres vivos en el planeta, a nivel continental, nacional, estatal y municipal, requeremos soluciones reales, prácticas, factibles y efectivas.

Ya nuestros “próceres” en los tres niveles de gobierno nos han, nos siguen y nos seguirán bombardeando con la incesante, ad nauseam, publicidad de sus acciones de gobierno realizadas para el progreso y bienestar de nuestra población.

Sin embargo gobiernos van y gobiernos vienen y los problemas y los conflictos, las protestas, los reclamos, las injusticias, las inequidades, entre otras, propaladas y denunciadas por la sociedad civil, por los gobernados, no cesan y lo peor es que cada vez y no por el número de quejosos, sino por las deficiencias que se dan dentro de la convivencia en nuestro pueblo.

Sí es cierto que, grosso modo, se han dado algunos avances en algunos rubros, pero en otros tenemos asignaturas pendientes que cada vez que un temblor, un huracán o una afluencia importante de turistas, nos perturba, salen a flotación y es cuando nos percatamos de la precariedad impresionante en la que vive nuestro pueblo.

En la especie, en el puerto, en la ciudad, en la bahía de Acapulco (NO de Sta. Lucía como algunos pretenden llamarla), estamos padeciendo problemas ancestrales de contaminación, de polución, de tránsito, de desechos tóxicos y sólidos, de vivienda, de salud, de desempleo, de deterioro dela infraestructura urbana, de surtido de agua potable, de inseguridad jurídica en la tenencia de la tierra, de educación, así como la falta de respeto y cumplimiento de la ley, de delincuencia organizada o no, de ineficacia e ineficiencia, de improvisación, de carencia de profesionalización en los cuadros gubernamentales, sin perjuicio de los grandes niveles que han alcanzado la violencia y la nefasta corrupción.

Habida cuenta de que los organismos gubernamentales han probado, ad nauseam, su falta de efectividad para la solución de éste y otros problemas que nos aquejan, es un imperativo ineludible que sea la sociedad civil la que coadyuve con las políticas gubernamentales (cuando las hay) y ponga todo el entusiasmo posible en su participación, la cual se da con gusto cuando los gobernantes actúan con capacidad,efectividad y, sobre todo con honradez y en acatamiento de la ley y no cuando pretenden gobernar con solo ocurrencias, improvizaciones o solo apagando incendios (bomberazos) por carecer de programas, planes o proyectos bien articulados y sustentables, debidamente planeados.

Nos corresponde como sociedad coadyuvar en el ejercicio de una saludable práctica de nuestros deberes cívicos y para con el conglomerado social, ¿ cómo ? pues elemental, primero cumpliendo las leyes, atendiendo a nuestras obligaciones jurídicas y de toda índole, apoyando las causas que nos evidencian el respeto a nuestros mas elementales derechos , v.gr.; no tirando basura en la calle, pues un conglomerado de 5 mil barrenderos no serán suficientes para mantener limpia la ciudad; racionalizar nuestro consumo de agua; evitar la ingesta de productos chatarra, aguas azucaradas embotelladas , así como mantener limpias nuestras playas con el apoyo de los vendedores ambulantes que las rebozan. En fin que hay múltiples formas de colaborar en nuestra comunidad, todo es cuestión de decidirlo y actuar en consecuencia. O usted, participativo lector ¿qué opina?



El contenido plasmado en este blog es producto de la reflexión de su autor, de sus colaboradores y de los pensadores que en él se citan. Cualquier semejanza con la realidad o alguna ficcón literaria, televisiva, psicótica paranoide o de cualquier otra índole es mera coincidencia

Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.



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