Por Rodrigo Juárez Ortiz
Dice la conseja popular que “a las palabras se las lleva el viento”. Lo importante son los hechos, o en otras palabras, “dichos son amores y no buenas razones”, y podríamos seguir hurgando en el vocabulario coloquial y encontraremos frases que denoten la diferencia entre el hablar y el hacer, entre el prometer y el cumplir , entre “del dicho al hecho hay mucho trecho”, o “ cae mas pronto un hablador que un cojo” o aquél que dice “para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado” en fin, que sería harto fatigoso traer todas a la memoria.
Esto nos trae a colación la experiencia histórica de todos aquellos”grillos” que no políticos, que creen que cuando detentan un cargo público y, en especial, si es de elección popular, se vuelven dueños del organismo, de la institución, de la dependencia, o de la oficina en la cual prestan sus servicios pagados con los impuestos de los ciudadanos y se dedican a medrar con él y a actuar despótica y abusivamente del poder, grande o mínimo que ello conlleva.
Es vergonzoso y lamentable ver que en las pre y las campañas políticas, todos aquellos que pretenden ejercer un cargo de representación de la ciudadanía, se desgranan en ofrecimientos, en promesas que saben de antemano que no pueden cumplir y si pensáramos mal, que no quieren ni les interesa cumplir.
Es público y notorio si observamos a todos aquellos que se erigen como “próceres”que una vez que detentan el puesto, de inmediato se desentienden de todos aquellos ciudadanos que de buena fe y con la esperanza de ver que sus problemas cotidianos, como ciudadanía se podrán ver resueltos, y que por esto votaron por ellos.
De esta guisa, la ciudadanía está harta de tales especímenes, de ahí que cada vez se vuelve mas exigente o, en su caso, mas crítica lo cual le permite, en un verdadero ejercicio democrático, hacer un balance entre lo prometido y lo cumplido merced a los informes que de su gestión hagan los representantes populares.
Y esto viene a colación porque el domingo 25 retropróximo, en el Centro de Convenciones o CIA, como quiera llamarle, se llevó a efecto un informe de labores del senador de la República por el estado de Guerrero, Armando Ríos Piter, quien de una manera objetiva y dada su excelente capacidad de argumentar, aunada a su fluidez de palabra, con hechos palpables y demostrables, evidenció ante un teatro inmenso lleno hasta los topes de sus seguidores y un presidium compuesto por miembros distinguidos de su partido (entre ellos el gobernador del Estado, diputados y senadores ) e invitados especiales, que a las palabras les siguieron los resultados, resultados para la gente, como él dice.
En efecto, en vez de agotar su ejercicio senatorial tratando de “ salir en la foto” de todos los eventos locales, se dedicó a cumplir con sus correligionarios e hizo lo que creyó conveniente para dotar de recursos económicos a nuestro estado, toda vez que es uno de los mas rezagados del país y especialmente en ese renglón. Es pues, consciente de que sin dinero es imposible realizar la mayoría de los planes, programnas y proyectos que son menester para sacar del atraso secular a nuestra entidad federativa y así, echando manos a la obra, nos dice que en su gestión, sin falsa modestia , (los paréntesis son míos) “aprobamos un Sistema de Supervisión al Servicio Público para combatir la corrupción” ( que urge en este país) ; “Logramos 200 Millones de Pesos para Becas a Jóvenes Guerrerenses” ( la educación, renglón fundamental para nuestro despegue); “ Impulsamos el Turismo para que sea Prioridad Nacional en la Constitución”( materia fundamental y pilar de nuestro desarrollo y manutención); “ Conseguimos 66 Mil Millones de Pesos adicionales para cubrir daños de la tormenta “ Manuel” en Guerrero: Infraestructura, Servicios, Seguridad “ ( cuando otros se quieren aprovechar de los recuros federales para su propio peculio); “ Lo gramos 200 Millones de Pesos para abastecer de Agua a las Familias de Guerrero” (recurso vital del que no todos pueden disfrutar).
Eso es hacer bien las cosas. De ese tipo de políticos necesitamos. O usted, agradecido lector, ¿qué opina?
Dice la conseja popular que “a las palabras se las lleva el viento”. Lo importante son los hechos, o en otras palabras, “dichos son amores y no buenas razones”, y podríamos seguir hurgando en el vocabulario coloquial y encontraremos frases que denoten la diferencia entre el hablar y el hacer, entre el prometer y el cumplir , entre “del dicho al hecho hay mucho trecho”, o “ cae mas pronto un hablador que un cojo” o aquél que dice “para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado” en fin, que sería harto fatigoso traer todas a la memoria.
Esto nos trae a colación la experiencia histórica de todos aquellos”grillos” que no políticos, que creen que cuando detentan un cargo público y, en especial, si es de elección popular, se vuelven dueños del organismo, de la institución, de la dependencia, o de la oficina en la cual prestan sus servicios pagados con los impuestos de los ciudadanos y se dedican a medrar con él y a actuar despótica y abusivamente del poder, grande o mínimo que ello conlleva.
Es vergonzoso y lamentable ver que en las pre y las campañas políticas, todos aquellos que pretenden ejercer un cargo de representación de la ciudadanía, se desgranan en ofrecimientos, en promesas que saben de antemano que no pueden cumplir y si pensáramos mal, que no quieren ni les interesa cumplir.
Es público y notorio si observamos a todos aquellos que se erigen como “próceres”que una vez que detentan el puesto, de inmediato se desentienden de todos aquellos ciudadanos que de buena fe y con la esperanza de ver que sus problemas cotidianos, como ciudadanía se podrán ver resueltos, y que por esto votaron por ellos.
De esta guisa, la ciudadanía está harta de tales especímenes, de ahí que cada vez se vuelve mas exigente o, en su caso, mas crítica lo cual le permite, en un verdadero ejercicio democrático, hacer un balance entre lo prometido y lo cumplido merced a los informes que de su gestión hagan los representantes populares.
Y esto viene a colación porque el domingo 25 retropróximo, en el Centro de Convenciones o CIA, como quiera llamarle, se llevó a efecto un informe de labores del senador de la República por el estado de Guerrero, Armando Ríos Piter, quien de una manera objetiva y dada su excelente capacidad de argumentar, aunada a su fluidez de palabra, con hechos palpables y demostrables, evidenció ante un teatro inmenso lleno hasta los topes de sus seguidores y un presidium compuesto por miembros distinguidos de su partido (entre ellos el gobernador del Estado, diputados y senadores ) e invitados especiales, que a las palabras les siguieron los resultados, resultados para la gente, como él dice.
En efecto, en vez de agotar su ejercicio senatorial tratando de “ salir en la foto” de todos los eventos locales, se dedicó a cumplir con sus correligionarios e hizo lo que creyó conveniente para dotar de recursos económicos a nuestro estado, toda vez que es uno de los mas rezagados del país y especialmente en ese renglón. Es pues, consciente de que sin dinero es imposible realizar la mayoría de los planes, programnas y proyectos que son menester para sacar del atraso secular a nuestra entidad federativa y así, echando manos a la obra, nos dice que en su gestión, sin falsa modestia , (los paréntesis son míos) “aprobamos un Sistema de Supervisión al Servicio Público para combatir la corrupción” ( que urge en este país) ; “Logramos 200 Millones de Pesos para Becas a Jóvenes Guerrerenses” ( la educación, renglón fundamental para nuestro despegue); “ Impulsamos el Turismo para que sea Prioridad Nacional en la Constitución”( materia fundamental y pilar de nuestro desarrollo y manutención); “ Conseguimos 66 Mil Millones de Pesos adicionales para cubrir daños de la tormenta “ Manuel” en Guerrero: Infraestructura, Servicios, Seguridad “ ( cuando otros se quieren aprovechar de los recuros federales para su propio peculio); “ Lo gramos 200 Millones de Pesos para abastecer de Agua a las Familias de Guerrero” (recurso vital del que no todos pueden disfrutar).
Eso es hacer bien las cosas. De ese tipo de políticos necesitamos. O usted, agradecido lector, ¿qué opina?
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