De la desgracia...

Por Rodrigo Juárez Ortiz


O de la tragedia, podría titularse esta colaboración, haciendo referencia al resultado habido en las recientes elecciones presidenciales en los EUA, entendiendo por desgracia aquel mal que constituye un perpetuo motivo de aflicción (entre otros) y por tragedia, acontecimiento funesto y terrible, acorde con el Larousse Conciso Ilustrado.

Ello habida cuenta de que a pesar de las encuestas y sondeos de opinión y merced a las declaraciones habidas por el entonces candidato republicano a la presidencia del país mas poderoso del mundo, esto estaba encaminado al triunfo de la primera candidata mujer a tal puesto.

En efecto, el candidato republicano hizo una campaña llena de descalificaciones hacia su contrincante, amén de despotricar en contra de los indocumentados en ese país, especialmente en referencia a los mexicanos, a quienes acusó de violadores y asesinos, entre otras lindezas, para lo cual prometió, de ser electo, construir un muro que separara a nuestros dos países y que el costo de dicho muro, correría a cargo de México, entre otras formas, con las remesas de nuestros paisanos a sus respectivas familias, las cuales intervendría, de alguna manera; asimismo arremetió en contra de los musulmanes y de paso mostró sus evidentes convicciones misóginas, amén de otras características que de alguna manera lo descalificaban para ocupar la primera magistratura de ese país.

No olvidemos que en su “campaña”, arremetió en contra de los medios de comunicación a quienes llamó corruptos, igual que a los políticos en el gobierno, así como que la globalización económica acabó con la clase media estadounidense; y que aumentaría los impuestos a las importaciones para proteger a los productores de su país, sin perjuicio de anunciar su rechazo a los recortes a los programas destinados a la seguridad social; se manifestó en contra de las grandes ganancias de los corredores de bolsa en Wall Street con lo cual dijo, les aumentaría los impuestos, así como realizar una alianza con los rusos para combatir al Estado Islámico; y cambiar la participación de su país en la OTAN, así como salir del TLCAN.

Todas estas promesas de “campaña” quizás expliquen su triunfo, toda vez que estaban dirigidas (en un gran alarde demagógico y altamente populista), a las grandes masas de sus paisanos blancos, sin cultura y quienes están padeciendo desempleo y bajos salarios, cuando los hay.

Es el caso, sin embargo, que la preocupación mundial con todos estos antecedentes de promesas y actitudes de campaña, se vio acrecentada con el triunfo electoral de un candidato que fue descalificado por el propio Obama, para hacerse cargo de la presidencia de su país. Vamos, quedaba claro que no contaba con la capacidad política ( ya que no había participado en ninguna actividad de este tipo), sin perjuicio de su falta total de tacto para tratar los asuntos de ese renglón político- administrativo.

Otro ángulo gravísimo es el trato que le piensa dar a su política exterior, la cual siempre se ha caracterizado por el uso de las armas ( con lo cual ese país ha acrecentado su poderío militar), interviniendo en los asuntos internos de cada país en donde hay algún bien que les interesa, siempre con el pretexto de luchar por las “ democracias” por la “libertad” y por los “derechos humanos”.

De todo esto, la preocupación por lo siniestro que se presenta el panorama internacional, es tal que en enterándose de su triunfo, las bolsas de valores en el mundo sufrieron un colapso muy evidente y queda en el aire el tratamiento que se les dará a países como Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina, Uruguay, Chile y tantos otros en nuestro continente que no han ido de la mano con sus exigencias y cuál será el trato que se le depara a México, conociendo sus pensamientos al respecto.

Sí es cierto que en su discurso al ganar, habló sobre la necesaria reconciliación de su pueblo( pues quedó muy clara la división que produjo en el pueblo clase mediero y masivo) y su presidente también instó a la unidad para resguardar las instituciones de ese país, toda vez que quedó demostrada la profunda raigambre racista, xenófoba, chauvinista y clasista de los que siguen creyendo en la superioridad de la raza blanca, y el ahora ganador, solo les dijo lo que querían oír, al estilo de Hitler en su tiempo con las masas populares.

En suma, quedó claro que los estadounidenses, casi la mitad de su población mayoritaria de blancos sin cultura, se creen seres superiores por ese hecho; que quieren reivindicarse en su prosperidad y que siguen sin admitir que una mujer sea su presidente. Ojala y el candidato no resulte ser como un chivo en cristalería. O usted, vigilante lector, ¿Qué opina?