Centello de amor

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Por Guillermo Exequiel Tibaldo

Se evapora el perfume de tus labios y se endurece el tinte que los sostiene. Si me acercara para oír si aún respiras, sé que podría dañar la suave piel que tienes adherida a tus carnes. Y entonces decido alejarme, pero ya es demasiado tarde; no abres más los ojos, pareces una momia deseca que espera que alguien rescate de alguna maldición.

Entonces me retiro avergonzado de tu vista, y de la de todos los hombres sobre la Tierra. Que sea la Luna de plata quien se apiade de tu fortuna, e ilumine los grandes senderos que yo no he podido mostrar. Me retiro, pues no he podido amar.


2 Comentarios:

Guillermo E. TibaldO dijo...

Y eso que significa? Que me has leido pero no te ha gustado y por lo tanto te limitas a decir lo mínimo?

No comprendo..



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