
Camina lentamente, subiendo cada escalón como si temiera resbalarse. Las barandas no la sostienen y piensa que quizás podría perder el equilibrio antes de llegar al final, pero aquella aventura con la que decidió abalanzarse tan precipitadamente no le permite ahora regresar e inevitablemente se ve obligada a continuar, quizás porque siente que debe terminar aquello que empezó.
Cuando al fin sube el último escalón, puede comprender que ha desaparecido aquel misterio y que todo es tal como se lo habían dicho: los escombros no quieren mostrarse más que en montañas ingenuas y los arboles caídos no dejan creer que aún pueda existir una raíz sobre tierra que asegure la permanencia.
Aún bajo el apogeo de las llamas que devoran violentamente, ella escucha suavemente que alguna paloma manchada con sangre se ha escondido en algún recoveco, asustada, y que ahora anuncia su llegada con lo que quedan de sus fuerzas.
Ella está paciente porque quiere creer que con su regreso, aún en tiempos de ruina, podrá ayudar a levantar otra vez los cimientos de cada aurora.
Entonces alguien se acerca y la reconoce tan bella y tranquila como se lo habían contado, y grita, aunque con cierta tristeza por el retraso, que ha llegado la paz.
5 Comentarios:
Bravo Fauno!!!!!
graciass :)
muy bueno tibal, sos un groso:)
hermoso, tibal
te pasas
Muchas gracias de verdad, les agradezco mucho que se hayan tomado el tiempo de leerlo
un cariñoso abrazo
[...TiBaL...]
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