La Sociedad de la Información

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Por el Lic. Francisco Reyes Baños*


El tema de la Sociedad de la Información (SI) es, sin duda, un tema muy interesante y presente en la vida de buena parte de la población de este mundo. Sólo para dimensionar su relevancia les daré inicialmente unos cuantos datos:


  • Actualmente, hay más de 100 millones de personas registradas en el sitio Myspace.com
  • Cada usuario registrado visita, en promedio, Myspace 30 veces todos los días
  • Google atiende más de 300 millones de búsquedas todos los días
  • Más de 6,000 millones de mensajes de texto se envían y se reciben diariamente.
  • El New York Times pública más información en una semana que toda la que tuvo a su alcance alguien que haya vivido en el S. XVIII
  • Generamos en todo el mundo 40 exabytes de nueva información cada año (es decir, el equivalente de multiplicar 4 por 10 a la16va potencia)
  • En el mundo suenan 150 millones de teléfonos celulares cada segundo
  • 47 millones de laptops se fabricaron sólo en 2006

Y podríamos continuar aún con una gran lista de cifras sorprendentes que sin duda nos hace pensar que hemos llegado a una nueva dimensión de la vida del ser humano: estamos hablando del concepto de la Sociedad de la Información (SI, por sus siglas). En ese sentido, quisiera presentarles los elementos más destacables de la SI; en principio trataré de explicarles los elementos teóricos fundamentales, así también, abordaremos los alcances y la implantación social del Internet, en particular, abordaré brevemente el caso de México y, finalmente, haremos una breve semblanza de la Evolución de las Políticas sobre la Sociedad de la Información.

Para empezar, podemos tratar de enmarcar el concepto de la Sociedad de la Información en un sentido amplio, a través del cual se trata de explicar la influencia determinante de la evolución y desarrollo de la información y las comunicaciones en las transformaciones de finales del Siglo XX. Por supuesto que, la evolución a la que hacemos referencia está íntimamente ligada al desarrollo tecnológico y a lo que éste ha provocado como cambios en nuestra forma de vida.

A la Sociedad de la Información la podemos abordar a partir de los planteamientos teóricos más destacados, para ello, tomaremos la clasificación que hace Frank Webster al dividir las dos posiciones teóricas extremas, es decir, por un lado los denominados Autores Integrados, y por otra parte a los llamados como Críticos.

Los Autores Integrados tienen una visión matizada por la convicción de estar ante un cambio estructural que desembocará en un sistema superior al modelo capitalista de producción. Los Autores Integrados, celebran el advenimiento de la Sociedad de la Información, razón por la que frecuentemente sus detractores argumentan en su contra que presentan una visión limitada, carente de una crítica sólida y ausente de un trabajo metodológicamente aceptable para sustentar sus afirmaciones.

Entre los Autores Integrados podemos destacar los trabajos de Daniel Bell, quien considera que la información y el conocimiento se han convertido en el nuevo recurso estratégico para la organización social y económica, en analogía a lo que el capital y el trabajo representaron para la época industrial. En ese sentido, para Bell, la innovación y el cambio tecnológico proceden de la codificación del conocimiento teórico, así las cosas, la tecnología informática se convierte en la base de una nueva “Tecnología Industrial” en la que el conocimiento teórico y las nuevas técnicas de análisis ocupan un papel central en la innovación. En sus trabajos, Bell incorpora el planteamiento de un esquema evolutivo para explicar el paso de una sociedad industrial a una postindustrial, Bell argumenta que las sociedades han producido cuatro revoluciones del dialogo social (a saber: lenguaje, escritura, imprenta y telecomunicaciones) y que cada una de ellas estuvo o está asociada a un tipo de vida basada en una tecnología diferente, de ahí el concepto de que la telemática, como una nueva base tecnológica, propone una nueva revolución social.

Por otra parte, están las propuestas de Manuel Castells, quien advierte que se está produciendo una nueva fase del modo de producción capitalista, misma que se visualiza por un acusado predominio de la información y de la Red como base organizativa de la economía global, y por extensión, de las propias empresas. Para Castells, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC´s, por sus siglas) han propiciado la transformación de la Sociedad en una Sociedad Red, en consecuencia, estas transformaciones han generado un cambio en el modo de producción y de desarrollo. En otras palabras, la llamada Sociedad de la Información, se caracteriza por una marcada tendencia a la industrialización centralizada en el procesamiento de la información.

En este orden de ideas, y en el extremo contrario, estarían los Críticos; éstos enfatizan que lo que sucede en realidad es que la Sociedad de la Información es una continuación, incluso agravada, del sistema capitalista. En este sentido, no consideran aceptable la idea de un cambio revolucionario asociado a un papel central de la información, vaya, ni siquiera aceptan como válido el proponer el concepto de “Sociedad de la Información”.

Para ilustrar el planteamiento de los Críticos, podemos tomar en primer lugar los razonamientos de Herbert I. Schiller, a quien se le puede ubicar dentro de la corriente denominada “economía política de la comunicación” misma que tiene un fuerte componente de carácter marxista, y por lo tanto, manifiesta una posición combativa de cara a las formulaciones de las teorías de la Sociedad de la Información, las cuales, mantienen en sí mismas postulados de carácter neoliberal. Dentro de este marco de pensamiento podemos señalar que para Schiller el imperialismo cultural es la forma en que se sustenta la dominación occidental; en ese sentido, el sistema informativo contemporáneo expresa los intereses y las prioridades del capitalismo corporativo y es, por lo tanto, un elemento central de la economía capitalista internacional.

Por otra parte, dentro de los Críticos, se encuentran los Teóricos de la Regulación. La Escuela de la Regulación intenta identificar las formas de controlar la inestabilidad para conseguir la continuidad en el cambio. Para ello, analizan las relaciones entre un régimen de acumulación (el capitalista) y su modo de regulación, es decir, las reglas del juego que aseguran el control social, desde el marco legal hasta las políticas educativas.

Por lo ya comentado, asistimos en el plano teórico a un debate entre quienes consideran la presencia de una ruptura revolucionaria de la que surge una nueva sociedad (la SI) o la postura de aquellos quienes consideran que lo único que estamos presenciando es una continuidad y profundización del actual sistema social, en este contexto, consideran que no hay una era postindustrial como tal, toda vez que no hay en realidad una ruptura con los valores y las formas de organización y producción de la sociedad industrial y, en todo caso, solo somos testigos de un cambio en el modelo de organización industrial.

A este nivel del debate debemos considerar que quienes han sido, quizá, más profundos en su análisis sean los Críticos, al analizar y criticar a los Teóricos Integrados. Retomando a Webster, podemos ver que todas las definiciones sobre la Sociedad de la Información, sean estas de corte Tecnológico, Económico, Ocupacional, Espacial o Cultural, en general adolecen de una caracterización científica satisfactoria, es decir, que presuponen que se accede a una nueva sociedad en algún momento de la evolución cuantitativa de las mismas sociedades, olvidando que una transformación cualitativa profunda en la concentración y control de la información si podría definir a una nueva sociedad. Asimismo, se crítica a los Autores Integrados en el hecho de que toman a la información desde su valor estadístico, es decir, en términos de qué tanta información se produce o no por parte de una sociedad. De ahí parte la crítica por el valor semántico de la información, es decir, la valoración entre la cantidad de información o el significado de la misma.

Desde mi punto de vista, es sumamente complejo y hasta arriesgado tomar partido por alguno de ambos extremos. Ciertamente queda mucho trabajo de orden sociológico, económico y de ciencia política para poder llegar a conclusiones más precisas. Lo cierto, en todo caso es, que estamos presenciando un cambio, quizá aún no con la suficiente claridad como para que podamos afirmar que las estructuras del sistema social estén dando paso a cambios determinantes que ameriten afirmar que estamos pasando del esquema capitalista, a un sistema diferente dominado por la información y el conocimiento, pero tampoco podemos soslayar que estos cambios nos permiten (y seguramente más aún en el futuro cercano) una comunicación y un flujo de información como seguramente nunca antes lo ha vivido la humanidad. En otras palabras, los hechos están ahí, serán los teóricos de la Sociedad de la Información quienes, eventualmente, podrán demostrar si avanzamos en la evolución social y económica o si simplemente asistimos a una más de las estrategias del capitalismo para superarse así mismo y a sus contradicciones implícitas.

Ahora, podemos agregar también que para el caso de México el Internet se ha convertido en un elemento clave en prácticamente todos los sentidos, por supuesto que mucho de ello se explica por el contacto permanente que mantenemos con los Estados Unidos, del cual hasta hace poco éramos el primer socio comercial, ahora nuestra competencia con China y Canadá implica necesariamente no solo aprovechar nuestra cercanía territorial sino también competir desde el punto de vista de las comunicaciones, internet entre ellas.

Por lo anterior, la economía y la sociedad mexicana transitan hacía una Sociedad de la Información, ello ha tenido reflejos claros desde la evolución en las telecomunicaciones en el sector bancario y de servicios, pasando por la implementación de acciones gubernamentales encaminadas a brindar servicios (pago de multas vía páginas de gobiernos locales, portales sobre la transparencia y rendición de cuentas, etc.) hasta programas de carácter federal que pretenden englobar diversas facetas gubernamentales dentro del Internet como el caso del proyecto e-México.

Sin embargo, es claro que, no obstante los programas y acciones señaladas, hoy en día no existe propiamente una política real que aliente las TIC´s, por lo tanto, se carece de claridad sobre la dirección y las acciones concretas del país hacía una Sociedad de la Información. La anterior afirmación, si bien podría ser hasta cierto punto debatible, sobre todo después de todas los antecedentes ya señaladas, lo cierto es que hasta el momento la intervención directa del Gobierno no ha generado una clara intervención de aliento hacía las TIC´s. No obstante, si hay indicios de una revisión en las políticas de comunicación. En ese sentido, la recién aprobada Ley de Medios, cuyo principal argumento consistía en limitar el proselitismo de los partidos políticos a través de los medios electrónicos, ha hecho volver la mirada hacía un mundo nuevo, en donde los medios ya no solo se engloban en la conceptualización limitada de radio y televisión; la Ley de Medios ha sido un “parte aguas” para que en México diversos actores volteen la mirada hacía la pertinencia de la regulación de los medios. Por supuesto que los involucrados participaron en un debate en donde la principal pregunta fue “¿en qué medida se deben regular las acciones de los medios, en principio, en su participación en la vida política y económica del país?”

Por otra parte, están las participaciones de la telefonía (fija y móvil), la cual ha dado como resultado, que en México dicha industria se centralice a tal punto que ha generado a uno de los empresarios más ricos del mundo (Carlos Slim). ¿Cómo entender una fortuna de millones de dólares y no aceptar la enorme influencia de los medios en la economía del país?, ¿cómo se explica que México tenga un problema de distribución de la riqueza frente a la contradicción de haber generado uno de los hombres más ricos del mundo? Ciertamente, la influencia de las telecomunicaciones y su papel ante el estado se ha hecho palpable y de seguro aumentará con el tiempo. La influencia de las TIC´s en la política y en la economía del país está generando una necesidad mayor de participación del estado, a fin de conciliar, por un lado, la necesidad de la economía nacional de alcanzar un alto nivel en el desarrollo de las TIC´s a fin de mantener y recobrar el dinamismo de sus exportaciones; y por otra parte, la necesidad de generar políticas públicas que garanticen que el desarrollo de las Telecomunicaciones no enfrenten a la vez una concentración de la riqueza tal que pueda ser en un momento insostenible económica y socialmente hablando.

Por lo ya comentado, ¿qué cabria esperar de la evolución de las políticas sobre la Sociedad de la Información?, ¿cuáles son las perspectivas? En principio, tenemos la experiencia internacional, la cual, se ha caracterizado por la generación de ambiciosos planes normativos y promociónales de las ventajas sociales, educativas y laborales de las TIC´s. Los antecedentes históricos hacen ver que las políticas sobre la SI se desarrollaron en un principio como una vía alternativa para el rescate que buena parte de las economías en los años setenta tuvieron que enfrentar. Desde esa perspectiva, se pretendió que las políticas en SI evitarán una posible estanflación al proponer que las nuevas tecnologías se convertirían en una palanca de desarrollo, en sustitución de las políticas tradicionales ante sus evidentes desaciertos.

En un segundo momento, la llamada por los expertos “segunda juventud”, se manifestó un marcado interés por el fomento de las SI mezclado con un papel débil en la regulación o una falta de mecanismos para supervisar efectivamente el papel de las empresas de las TIC´s, dejando ese papel a la libre competencia. En ese tenor se pueden señalar las políticas seguidas tanto por Estados Unidos como por la Comunidad Europea, el primero tiene como manifiesto principal el National Information Infraestructure (1992), mientras que el segundo se encuentra principalmente en el Libro Verde de la Comisión Europea (1987).

¿Cuál es el mañana para el mundo?, en particular, ¿cuál será el futuro para México en esta asignatura? Definitivamente es difícil responder a tales preguntas, lo que si es cierto es que con todas las consideraciones que puedan darse, el hecho es que el ritmo del cambio tecnológico no se detendrá, tendremos que adaptarnos a él y sacar el mejor provecho del mismo.

Inicié haciendo un breve recuento de las cifras de este cambio en la información y en los medios para transmitirla, ¿en cuánto tiempo esas cifras quedarán superadas? No lo sabemos con certeza, lo que si sabemos es que cada vez más estamos en medio de esta dinámica incansable de transformación de nuestras propias vidas a partir de cada uno de los nuevos desarrollos tecnológicos que nos permiten estar más y mejor comunicados cada vez.

Con esta breve semblanza que he tratado de hacer en torno a la Sociedad de la Información, aún queda mucho que escribir, teorizar y comprobar; aún quedan muchos desarrollos por dar a conocer que muy probablemente hagan ver como un juego de niños al teléfono celular más sofisticado del día de hoy, o al buscador por Internet más consultado del momento, o al medio de almacenamiento de información más sofisticado hasta ahora desarrollado.

No obstante todo ello, espero que en ningún momento nos olvidemos del SER HUMANO pues finalmente toda tecnología o avance científico no tienen mayor sentido si no procuran un mejor sentido a la vida del propio SER HUMANO; la Sociedad de la Información valdrá la pena si su llegada y consolidación tienen como resultado final un mejor desarrollo de todas la economías y un beneficio social innegable; no nos olvidemos del SER HUMANO y que en una Sociedad de la Información hagan de él un ser, más que Informado, un ser con mayor Conocimiento; que una Sociedad de la Información represente una comunicación más estrecha y no un alejamiento mayor en los hechos; que la Sociedad de la Información no olvide las necesidades del SER HUMANO y que esté siempre por encima de las frivolidades de la nueva comunicación; que sirva la nueva tecnología para ensanchar los lazos entre países, que al fin de cuentas la Sociedad de la Información hagan del SER HUMANO un ser más humano.


14 de Noviembre 14, 2007 - México, Distrito Federal


* Director de Programación y Presupuesto de Centros Públicos de Investigación-Conacyt, Subsecretaria de Egresos, SHCP y Consultor en Desarrollo Transpersonal

2 Comentarios:

Sergio A. Amaya Santamaría dijo...

Lic. Reyes Baños:
Muy interesante su artículo acerca de la Soiciedad de la Información, realmente cada día se ve superada nuestra capacidad de asombro, tal vez para nosotros los mayores, ustedes los jóvenes ven las cosas con mas naturalidad, pero los que venimos de épocas anteriores, aún antes que la TV, no podemos dejar de asombrarnos y sí, considero que esta nueva Era social hará mejores seres humanos.
Saludos desde Ciudad Juárez.

Francisco Reyes Baños dijo...

Estimado Sergio Amaya:

Gracias por su comentario. Efectivamente, la Sociedad de la Información no solo nos ofrece la oportunidad de asombrarnos ante los constantes avances tecnológicos, tambien nos ofrece la oportunidad y el compromiso de reflexionar sobre la utilidad de la tecnología para construir una mejor sociedad.
Saludos



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