Por Zaidena
Cuando la angustia llega, se instala en mí.
No viene sólo a visitarme, se adueña de mi alma y de mi cuerpo.
Se va introduciendo de a poquito dentro de mis venas y, fundiéndose con mi sangre corre junto a ella, inundándome con su esencia de aflicción, de congoja, de ansiedad.
No puedo evadirla cuando llega; no puedo esconderme porque no la veo llegar; aparece de pronto, sin que siquiera me de cuenta.
Cuando se incorpora a mi vida ya no puedo eludirla, es inadmisible escapar y es quimérico pensar que sólo vino de paseo.
Me vuelve abatida, pesarosa, atormentada. La garganta se me cierra y entro en una afasia tan profunda que siento que en el mundo sólo existimos ella y yo.
Pero soy vulnerable más no frágil.
Entonces intento que se vaya, que me abandone, que siga su camino.
A veces lo consigo. Otras, se va sólo cuando cree que su función está cumplida.
Y al irse me deja nostálgica, agobiada, vulnerable y debo hacer un esfuerzo enorme para engañar a la tristeza y poder sonreír.
Cuando la angustia llega, se instala en mí.
No viene sólo a visitarme, se adueña de mi alma y de mi cuerpo.
Se va introduciendo de a poquito dentro de mis venas y, fundiéndose con mi sangre corre junto a ella, inundándome con su esencia de aflicción, de congoja, de ansiedad.
No puedo evadirla cuando llega; no puedo esconderme porque no la veo llegar; aparece de pronto, sin que siquiera me de cuenta.
Cuando se incorpora a mi vida ya no puedo eludirla, es inadmisible escapar y es quimérico pensar que sólo vino de paseo.
Me vuelve abatida, pesarosa, atormentada. La garganta se me cierra y entro en una afasia tan profunda que siento que en el mundo sólo existimos ella y yo.
Pero soy vulnerable más no frágil.
Entonces intento que se vaya, que me abandone, que siga su camino.
A veces lo consigo. Otras, se va sólo cuando cree que su función está cumplida.
Y al irse me deja nostálgica, agobiada, vulnerable y debo hacer un esfuerzo enorme para engañar a la tristeza y poder sonreír.
Marzo 29, 2009
2 Comentarios:
Querida Zaidena, no te angusties ni te atormentes, eres una gran escritora que sabe transmitirnos sus sentimientos, sigue por ese camino, trabaja duro y si en algún momento te sientes angustiada, no olvides que aquí hay un hombro amigo donde desahogarte. Felicidades. Te envío un cálido abrazo
Hola Zaidena!
Muy buena inclusión de la angustia dentro del relato, creo que está muy muy interesante
Además aparece dentro de un marco ideal para ser expresado
Muy muy bueno!
Saludos
Guillermo E. Tibaldo
Periplos en red busca crear espacios intelectuales donde los universitarios y académicos expresen sus inquietudes en torno a diferentes temas, motivo por el cual, las opiniones e ideas que expresan los autores no reflejan necesariamente las de Periplos en red , porque son responsabilidad de quienes colaboran para el blog escribiendo sus artículos.
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